TRANSICIONES: ESPACIOS INTERSTICIALES.
(Apartes del libro en proceso, Titulado, Espacios de transición en viviendas plurifamiliares- Primeras pruebas en año 2006- ) Autor: Emilio Cera .S
Producto de proyecto de investigación en Escuela de Arquitectura Unal. Medellín.
El libro trata del estudio y valoración de los espacios de transición en arquitectura: Balcones, corredores, zaguanes, escaleras, antejardines, callejones, grietas…
“La poética, tanto como expresión estética de arquitectos y habitantes, como por la experiencia y disfrute del reino de los espacios que entrelazan interior y exterior, arriba y abajo y, distintas jerarquías de espacios internos, incorporando la dimensión de los matices de luz, sombras o dominios público- privado, es consustancial al tema tratado”…(Tomado de la presentación.)
Los criterios teóricos desarrollados consideran la arquitectura, tal como decía Aldo Van Eyck, “puede ser concebida como la configuración de los lugares intermediarios definidos con claridad. Esto supone una ruptura con el concepto de continuidad espacial y la tendencia a borrar las articulaciones espaciales”…Más adelante, siguiendo los criterios teóricos el libro expone…”Nuestras vivencias nos conducen a experimentar una variedad de ambientes y lugares físicos y culturales diferentes, con características propias. El paso de un espacio a otro, supone traspasar los umbrales que los ligan, para mantener la integridad de nuestra experiencia. Los umbrales que debemos recorrer y que deseamos enfatizar y explicitar en este trabajo (De espacio/Tiempo) rompen con la idea de lo isótropo del espacio, como continuum de tres dimensiones que se supone infinito (Este concepto cartesiano se puso en crisis en la modernidad), la variedad e intensidad de nuestras experiencias espacio- temporales lo han puesto en jaque. El mundo real y conflictivo actual, de la velocidad y los medios diversos de comunicación, es fragmentado.”…
…”La idea es revalorar el espacio estratificado, discontinuo e interconectado, matizado con las posibilidades riquísimas de exploración proyectual y de recreación de espacios de nuestra mejor tradición del habitar: Corredores, patios, balcones, terrazas, azoteas, pabellones, escaleras, zaguanes, ante-patios y antejardines, con todo el aporte que nos permite hacer las nuevas tecnologías de manejo de materiales. Cabe aquí aclarar, que espacios de intermediación internos como umbrales, antesalas y recamaras, puentes entre un lugar y otro, serán también privilegiados en el presente trabajo. Se hace referencia a tipos de arquitectura popular del trópico (Entendiendo por tal toda la llamada zona tórrida del planeta), diferentes a los de la tradición colombiana: Trabajos como los de Maxwell Fry y Jane Drew, “Tropical Architecture in the Dry and humid zones, Sybil Moholy-Nagy, “Native Genius in anonimous architecture”, P.M. Bardi, “The Tropical gardens of Burle Marx”, Paúl Ricoeur, “Universal civilizations and matinal cultures”, Gastón Bachelard, “La Poética del espacio”, “ Tan Hock Beng, “Tropical Architecture and interiors”.
Debemos recordar que las modalidades de espacios de transición en arquitectura tropical incluyen loggias, verandas o corredores en la tradición inglesa en los trópicos y el sudeste del Asia. Las tipologías inglesas fueron antes tradicionales en la arquitectura medieval de España y Portugal y, traídas luego a Latinoamérica. También vale la pena incluir como referentes teóricos, trabajos como el de Myron Goldfinger, “Arquitectura Popular Mediterránea”.
Los espacios de transición en el hábitat, entre edificios o entre edificios y jardines, suelen ser pisos duros, jardines transitorios, espejos de agua, que pueden adentrarse en los edificios, con o sin cubiertas, o pueden ser estructuras que se extienden alrededor, espacios que ondean y se traslapan, que se ínter penetran unos con otros y que evocan vibraciones de profunda naturaleza sicológica. Los espacios intermedios transitivos son vínculos efectivos arquitectura-paisaje, que matizan la interacción e interrelación entre lo construido y lo natural. En el trópico es posible y deseable lograr articulaciones ricas interior-exterior, figura-fondo, construido-abierto…acá se desdibujó la rigidez del método pregonado por Colin Rowe de figura /fondo, basado en la teoría de la Gestalt. La placentera zona o dimensión de lo transitivo es intrínseca a lo tropical, a su conciencia. Estos espacios brindan muchos grados de protección en una gran variedad de formas y configuraciones…desde el pabellón cubierto y sin paredes, el kiosco, el corredor con barandas, el balcón, la terraza (Ella sola merece un tratado sobre espacio). Semi- construida sobre el suelo y que extiende el aura del interior hacia el entorno. El corredor que con sus barandales es dispositivo de gran utilidad, ya sea como habitación externa, con gran sentido de cobijo y de protección climática, del calor y la lluvia, permitiendo la vivencia de los elementos naturales cambiantes, de luz y sombra o penumbras propias de los espacios de transición”.
Medellín ¿Mínimal? - Revisión a la arquitectura moderna.-
Apartes del libro en preparación (Primeras prueba en año 2006)-Autor: Emilio Cera s
Producto del proyecto de investigación aprobado en Escuela de Arquitectura. Unal. Medellín.
El supuesto que se explora en la presente investigación, es que históricamente en Colombia, la arquitectura ha estado más próxima a esta tendencia que a ninguna otra y que se puede hablar de una especie de constante sobria, racional que recorre la historia de la Arquitectura colombiana, aún en sus manifestaciones pre-colombinas. En nuestro país no tuvimos, por múltiples razones, ni una arquitectura ni una ciudad “ricas”, en ornamentación ni formas espaciales. En la práctica no se dio una corriente barroca comparable a la europea o a la de otros países latino-americanos, como Brasil, México, Perú o Ecuador.
Durante el período republicano (1841- 1920), nuestras arquitectura y urbanística estuvieron caracterizadas por una contención y sobriedad que todavía hoy, se puede ver en poblaciones y áreas urbanas conservadas de este período.
La llamada arquitecturas moderna en Colombia, hasta los años ochentas del siglo XX, también estuvo acentuada por un enfoque racional, objetivo, sobrio, con excepciones como algunas obras de Fernando Martínez y Rogelio Salmona, de tendencia “organicista”, manierista o “neo- barroca”.
¿Lo sobrio se dio como condición impuesta por nuestra habitual escasez de recursos o como una búsqueda deliberada de lo sencillo como valor?
El supuesto nuestro, es que se trata de una búsqueda deliberada, con connotación intencional, rechazando el “pobrismo” que por falta de recursos técnicos y económicos…realiza obras sobrias de modo obligado, más por necesidad que por virtud.
Como criterio se parte de reconocer que la mejor tradición colombiana en arquitectura en los diferentes períodos y en las diferentes regiones, ha estado enmarcada por un carácter de sobriedad, de depuración formal y ornamental, de empleo de materiales de buena calidad pero económicos, con una precisión geométrica, economía de medios y en definitiva, con un talante riguroso y exigente….Mies van der Rohe, el Le Corbusier del “Rappel a L`Ordre” y la escuela Sachlich centro europea. (Felipe Rusi, Leopoldo Rother, Bruno Violli, Federico Blodek), marcaron nuestra modernidad temprana, poco influenciada por vanguardias y corrientes más orgánicas y expresionistas (Como antes poca influencia tuvo el Barroco, lo Romántico o el Art nouveau).
Nuestras escasas visiones orgánicas serán tardías y de poca duración e influencia del empirismo escandinavo y de arquitectos con una tendencia orgánica y regional como Hugo Hâring, Hans Scharoun, Alvar Aalto, impulsadas por un grupo liderado en Bogotá por Fernando Martínez y Rogelio Salmona.
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