El concepto del
espacio arquitectónico.
Desde el Barroco a nuestros días.
Este texto, de Ediciones Nueva Visión de Buenos Aires, de
1984 y re-editado en 1987 por Editorial Sudamericana, se basa en el curso que
dictó Giulio Carlo Argan en el instituto
universitario de historia de la arquitectura, en Tucumán en 1961.Liliana Rainis
hizo la traducción del italiano, de grabaciones del curso. También escribió la
introducción, las notas para mayor claridad de los estudiantes y transcribió
algunas de las preguntas del público sobre las lecciones.
El contenido del libro sigue la lógica del curso así:
Lección I.- Introducción al concepto de espacio.
Lección II.- La
Tipología arquitectónica.
Lección III.- La concepción urbanística y arquitectónica de
Bernini.
Lección IV.- El problema de la fachada y las soluciones de
Alberti.
Lección V.- Las fachadas de Pietro da Cortona.
Lección VI.- La concepción arquitectónica de Borromini.
Lección VII.- Las obras de Borromini.
Lección VIII.- La arquitectura del norte de Italia.
Lección IX.- Hacia la disolución de la estructura espacial.
Lección X.- Hacia la fenomenización del espacio.
Lección XI.- Los maestros de la arquitectura del siglo XX.
Siempre supe que tenía un tesoro en este libro y, su
relectura me corrobora su importancia y pertinencia.
Su presentación del espacio arquitectónico es como concepto
o idea, con desarrollo histórico propio y, cuya evolución es vista en las
formas arquitectónicas y artísticas en general. Tal concepto por tanto es sólo
verificable en el conjunto de los edificios, en su relación y en el urbanismo.
Argan sostiene que los componentes del concepto de espacio, son Naturaleza e
Historia.
Ambos se dan como experiencia. La arquitectura clásica, durante
mucho tiempo, se pensaba adecuada a leyes fundamentales de la naturaleza.
Luego el texto presenta dos fases de la obra de
arquitectura: La de la composición del espacio y la de la determinación del
espacio. La de “composición” formal/espacial es una arquitectura que se
basa en una concepción objetiva del
mundo y de la historia, de la naturaleza y de lo clásico.
La arquitectura de “determinación” formal/espacial, no
acepta esto y se plantea como concepción
de la vida (O, arquitectura viva).
Esto es por supuesto una ruptura con el sistema, la
estructura recibida y aceptada a priori, como inmutable.
La experiencia individual y de grupos es ahora fundamental,
así como la renuncia al principio de autoridad, validando el de la experiencia.
La arquitectura de “determinación” formal/espacial, hace residir su valor en el
método, en el proceso de realizarse, del hacerse…
De este modo se enfrentan las concepciones sistemática y la
metodológica. En este punto debemos ser conscientes, recuerda Argan, que más
que dos posturas opuestas, se trata de una relación dialéctica casi continua,
pues debemos al tiempo incorporar a las obras, la expresión de la experiencia
del mundo y las experiencias precedentes de las pre-existencias.
Recordemos acá que en este contexto diseñar es
invención/creación. Según León Bautista Alberti, el diseño es la idea separada
de la materia, es la imagen de la obra, sin los procesos técnicos ni materiales
que la llevan a realizarse. Es la línea general de la obra. La solución técnica
es posterior y de allí las fallas del enfoque centrado sólo en el diseño. La
técnica obliga muchas veces a modificar el diseño o invención aunque respete
sus lineamientos generales. Diseño, es también teoría.
Hasta acá tenemos conceptos de invención/creación y sistema/
método, como relación y dialéctica.
Recordemos que la tipología arquitectónica se enmarca en lo
que se ha llamado “arquitectura de composición”. Un tipo arquitectónico resulta
de la selección…Esto separa características repetitivas en una serie. Tales
características son como las constantes de un tipo. El tipo se entiende como un
esquema.
Sabemos que la arquitectura clásica se basó en tipos
arquitectónicos: El templo circular períptero, con su simetría radial, La
basílica con la planta longitudinal y simetría bilateral…Esto se siguió dando
en el Renacimiento, Barroco y Neo –clásico, donde se llega a manejar una total autonomía de la forma
arquitectónica. La tipología se emplea en general en arquitecturas de mímesis y
composición. En ello hay además un trasfondo racionalista.
Debemos asimilar que el racionalismo en arquitectura en
ningún modo es la idea inútil de “cientifizar” el arte. Es más bien una
posición ética, que persigue fortalecer las bases racionales en la vida en
general. Racionalidad es actitud ética como defensa del desorden y la
violencia. La racionalidad arquitectónica es una afirmación de la Ilustración , que aún
sobrevive. Con ella no se trata de limitar el arte a esquemas lógicos, mecánicos y
fríos, ni de imponer un modo de vida extraño o arbitrario a la sociedad.
Buena lectura siempre, este libro de la inolvidable Nueva Visión...
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