domingo, 4 de octubre de 2020

El “populismo” arquitectónico…Made in U.S.A.


El “populismo” arquitectónico…Made in U.S.A.


Primero aclaro, que lo legítimo popular en arquitectura, que podría ser una arquitectura vernácula, con identidad cultural, no tiene dudas para mí y, la inspiración sana en ello, tampoco…
Recordemos que cuando Le Corbusier abandonó el “purismo” de los años veinte adoptó en varias obras un lenguaje de lo vernáculo, o un lenguaje “brutalista” que culmina con obras como Ronchamp y Chandigarh. Llegó incluso a producir arquitecturas monumentales a partir del vernáculo y, siempre se inspiró en las arquitecturas populares de la cuenca del mediterráneo.
 Lo falso popular y el “populismo” en arquitectura se dan después de la pérdida de identidad cultural y del intento de “crear” identidad partiendo de un entorno empobrecido o envilecido por la banalidad y lo ordinario.
Por los años sesenta del siglo veinte, la exagerada explotación económica, sumada a la reducción en el lenguaje y la abstracción racional, llevaron a la arquitectura a un empobrecimiento patente también en el entorno urbano. Es posible que lo que pensaban los críticos de la modernidad en cuanto a su capacidad destructora, por aplicar planes de “renovación” urbana a raja tabla, fuera cierto y, que esto diere ínfulas a la por entonces muy influyente crítica “posmoderna”, llena de argumentos contextualistas.

Para 1966, ya teníamos el texto de Robert Venturi “Complejidad y contradicción”, que con el de 1972, “Aprendiendo de Las Vegas”, sustentaron las bases de una opción “Pop”, sobre arquitectura.

Estas ideas daban alas a unos entornos urbanos de calidad muy discutible y hacían tolerable el kitsch de baratijas de Las Vegas. Confieso que por la época, algunos tuvimos la tentación de tragarnos el anzuelo de las arquitecturas mal llamadas “Pop”, que más parecían el tinglado de una película de bajo costo de Hollywood, que otra cosa…Pero bueno, el culto a lo ordinario y lo feo era además una consecuencia de una arquitectura regida por “las leyes” del mercado.

El implacable impulso económico daba para eso y más, sobre todo en los Estados Unidos. El Neón, los avisos, los cobertizos o galpones decorados…Los populistas nos vendían Las Vegas como el estallido de la creatividad popular y enmascaraban con eso la violencia de capitales ilegales y su producto carente de ideas, creatividad e innovación sobre el entorno construido.
De acá nos vino una arquitectura populista y banal con todos los Venturi, el Charles Moore, los Jencks y su “invención” de un lenguaje posmoderno…
Lo posmoderno como un “arte populista”, comunicable, pluralista, que logró fue llevárnos al Kitsch suburbano… ¿Qué tal la arquitectura del mal alumno de Mies, un tal Stanley Tigerman?

Ese populismo norte americano, ecléctico y que parodiaba todo lo que se le atravesara, como hacían Venturi y su Denise, logró que hasta Jencks, lo llamara “patetismo vulgar”.

Las Vegas. Archivo Venturi.
En el fondo ellos nos dejaron sólo escenografías bastante vulgares, como las de Moore en Nueva Orleáns, (Plaza Italia…). Acá se incubaron todos los Frank Gehry del planeta y, a eso se opusieron desde el principio todos los “Neo-racionalistas” del mundo…incluyendo la llamada “Tendenza” italiana, pero eso daría para otro texto…

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