domingo, 4 de octubre de 2020

"TENDENZA"


“TENDENZA”

Aldo Rossi Teatro flotante Venecia.


Desde los años sesentas del siglo xx, florecía en el Ticino, región suiza italo-parlante, una escuela racionalista con representantes como Aurelio Galfetti y luego el muy conocido, pero no el mejor, Mario Botta. Desde antes de la 2ª guerra, la arquitectura del Ticino se relacionaba con los racionalistas italianos.

Volviendo a la Tendenza, de los primeros en darse a conocer  fue Vittorio Gregotti, con su texto “El Territorio de la Arquitectura” de 1966. También Manfredo Tafuri y Franco Purini.
Pero bueno, lo importante acá además de su fuerte oposición al reino del Kitsch del “populismo”, (La Tendenza intentó librar a la arquitectura y la Ciudad, precisamente de las fuerzas consumistas de las metrópolis del capitalismo tardío), fue su apuesta por una Arquitectura y urbanística más científicas…
Dos de sus máximos representantes fueron Aldo Rossi (Arquitectura de la Ciudad, 1966) y, Giorgio Grassi (La Construcción Lógica de la Arquitectura, 1967).
Los tipos arquitectónicos y su configuración de la morfología urbana en el tiempo, en conjunto con las reglas para combinar (¿O, diseñar?), en Arquitectura fueron sus temas.
Trataron algo que todavía hoy muchos defienden: La autonomía relativa de la forma arquitectónica con respecto a la función, llegando esto en manos de los Krier a invertir el aforismo sobre forma y función: La función sigue a la forma, asunto que mal manejado causó muchos malos e inútiles  proyectos en todo el mundo.
Dentro de la Tendenza Rossi apoyó la idea de arquitectura “analógica”, extrayendo elementos de lo vernáculo.
La rigidez de su enfoque agotó pronto a la Tendenza y la llevó, con el neo-racionalismo al abuso de estereotipos, que después de los años 80 `s se tornaron en clisés y en una teoría débil. Los hermanos Krier, la cargaron de contextualismo e historicismo hasta confundirla con el posmoderno historicista que defendían Leo Krier y Osvaldo Matías Unger, entre otros.
El enfoque marxista de la “Tendenza”, además de atacar el reino del consumo en la metrópoli, aportó como vimos su enfoque “científico”, que reiteramos, por lo esquemático de sus proyectos y la reiteración cansona del binomio tipo-morfología del tejido urbano terminó también agotado.
Otra oportunidad perdida en arquitectura de consolidar principios y teoría, aproximándose a las ciencias.

Escribiendo esto recordé todo el esfuerzo que hicimos en los talleres de proyectos y en cursos de teoría e historia de la Arquitectura, tanto en la facultad de arquitectura de la universidad nacional en Medellín, como en la de la U.P.B., para asimilar y aplicar las ideas de la “Tendenza”, que eran una opción, ante el fracaso de la urbanística funcionalista, entre otras de la carta de Atenas y,  reincorporar al urbanismo la inquietud sobre la ciudad existente…y la debida atención a las “preexistencias ambientales”…
Como ya dije, la limitación de este enfoque, ante las tareas proyectuales, se tornó un lastre, que para los años ochentas, hizo enfriar el entusiasmo por las ideas de la Tendenza.
A cambio se fue imponiendo una idea de arquitectura como arte, producto de la invención individual y –anti-tipológico-…que luego degeneró en el actual “todo vale”.
¿Será que podremos retomar la tarea de consolidar Arquitectura y urbanística como Ciencias? Recordemos que ella es Ciencia y Arte…

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