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ORDEN ORGÁNICO EN ARQUITECTURA.- ¿ARQUITECTURA VIVA?
¿DOBLE METÁFORA?
Todo “orden” arquitectónico es un artificio, producto de
acuerdos e intenciones y se han empleado casi siempre metáforas que aproximan o
asimilan arquitectura y naturaleza, a la cual según la tradición, la
arquitectura debe imitar. Aceptar un orden orgánico en arquitectura tiene que
ver con las teorías de la mímesis que vienen desde la antigüedad clásica. Una
consecuencia de esto ha sido la idea de relacionar forma arquitectónica y función,
como ocurre en los seres vivos.
Esta, debemos admitirla como una aproximación orgánica y
para ello se han dado tres analogías o metáforas: a) La orgánica, b) La
mecánica, c) La moral o ética.
Analogía es aplicar por razones de semejanza a un concepto o
situación lo válido para otro. Metáforas son lenguajes figurados, exposición
figurada y relación de analogía. Para Aristóteles, el de las metáforas era un
lenguaje oscuro más apropiado en poética, literatura y arte que en ciencia o
filosofía.
Las tres analogías o metáforas mencionadas antes, se deben a
Edward de Zurko, tomadas de su libro Orígenes de la teoría funcionalista y se
refieren a la manera como se interpreta aquello de que la forma sigue a la
función, según los seres vivos, las máquinas como producto de ingeniería o siguiendo los ideales morales o éticos del
ser humano, que privilegian lo veraz,
una expresión fiel a su época y su finalidad.
Aceptamos que una cierta funcionalidad en arquitectura en sí
misma no es discutible y lo que se critica es su exceso o “funcionalismo”, así
como también, el pensar que un edificio se perciba bello, porque su forma se
adecua bien a su función. Estas ideas se extienden al espacio urbano.
Para los arquitectos el espacio urbano es el delimitado por
construcciones, con su morfología y la manera como afecta o no, nuestros sentidos es de su
interés, así como la manera de su uso y su significado si lo tiene. Sobre
arquitectura y espacio público se dan aproximaciones que los liberan totalmente
de la función y otras que aceptan un condicionamiento de la forma por la
función.
Cuando se hace caso omiso de la ejecución de las obras, de
la construcción, la arquitectura en su calidad de proyecto/diseño, se libera y
puede ser “composición”…pero, si al prefigurarles se es consciente de su lugar
y contexto, de su sentido cultural y social, de su costo y necesaria
resistencia, firmeza y factibilidad técnica…Ella requiere de mucha racionalidad
y algo de funcionalidad.
La idea de funcionalidad, fue sin duda de gran ayuda para el
derribo del “edificio” clásico heredado que repetía formas por costumbre,
entendiendo por mímesis una copia sólo de formas y órdenes o estilos.
Pero bien, no quisiera retomar el tema de la “autonomía” en
arquitectura o espacio público, en relación con el papel de la función en la
forma.
Un orden orgánico en arquitectura es una opción a una
arquitectura “diseñada” según ideas de composición de partes, tradicional o
vanguardista, que aspira a un orden abstracto traído de la nada y ajustado en
el mismo proceso de trabajo.
Pero, hablar de orden orgánico en arquitectura es en sí una
metáfora.” Lo orgánico se refiere al carácter de un órgano, con partes desiguales pero combinadas,
montadas o armadas de tal modo que puedan desempeñar las funciones para las
cuales ha sido designado”… (Aristóteles).
La arquitectura como producto de la creatividad humana y del
pensamiento es un artificio y tiene más allá de las funciones obvias, una
función social y sicológica. Las presentes dudas no tienen sentido entonces, si
vemos arquitectura y ciudad, como artefactos propios del mundo de productos de
la actividad de los organismos (Según, Karl Popper).
Como producto cultural, arquitectura y ciudad tienen “leyes”
propias fijadas por la sociedad y sus cultores y son el resultado de acciones e
intenciones de sus autores. Sobre tal producto podemos tener conocimiento
objetivo. Así que seguir un orden orgánico o concebir la función en
arquitectura según los organismos vivos, la máquina o la moral humana, son sólo
metáforas, analogías…Hablar de un orden orgánico en arquitectura y ciudad es
una doble metáfora, ya que implica la idea de arquitectura como artificio con
reglas coherentes y, que tal orden corresponde al de los seres biológicos…
El lenguaje figurado como sabemos sugiere similitud, pero es
muy impreciso…
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