domingo, 4 de octubre de 2020

Orden Orgánico en Arquitectura.

Interior Casa "Nautilus".

ORDEN ORGÁNICO EN ARQUITECTURA.- ¿ARQUITECTURA VIVA?
¿DOBLE METÁFORA?

Todo “orden” arquitectónico es un artificio, producto de acuerdos e intenciones y se han empleado casi siempre metáforas que aproximan o asimilan arquitectura y naturaleza, a la cual según la tradición, la arquitectura debe imitar. Aceptar un orden orgánico en arquitectura tiene que ver con las teorías de la mímesis que vienen desde la antigüedad clásica. Una consecuencia de esto ha sido la idea de relacionar forma arquitectónica y función, como ocurre en los seres vivos.
Esta, debemos admitirla como una aproximación orgánica y para ello se han dado tres analogías o metáforas: a) La orgánica, b) La mecánica, c) La moral o ética.
Analogía es aplicar por razones de semejanza a un concepto o situación lo válido para otro. Metáforas son lenguajes figurados, exposición figurada y relación de analogía. Para Aristóteles, el de las metáforas era un lenguaje oscuro más apropiado en poética, literatura y arte que en ciencia o filosofía.
Las tres analogías o metáforas mencionadas antes, se deben a Edward de Zurko, tomadas de su libro Orígenes de la teoría funcionalista y se refieren a la manera como se interpreta aquello de que la forma sigue a la función, según los seres vivos, las máquinas como producto de ingeniería  o siguiendo los ideales morales o éticos del ser humano, que privilegian lo veraz,  una expresión fiel a su época y su finalidad.
Aceptamos que una cierta funcionalidad en arquitectura en sí misma no es discutible y lo que se critica es su exceso o “funcionalismo”, así como también, el pensar que un edificio se perciba bello, porque su forma se adecua bien a su función. Estas ideas se extienden al espacio urbano.
Para los arquitectos el espacio urbano es el delimitado por construcciones, con su morfología y la manera como  afecta o no, nuestros sentidos es de su interés, así como la manera de su uso y su significado si lo tiene. Sobre arquitectura y espacio público se dan aproximaciones que los liberan totalmente de la función y otras que aceptan un condicionamiento de la forma por la función.
Cuando se hace caso omiso de la ejecución de las obras, de la construcción, la arquitectura en su calidad de proyecto/diseño, se libera y puede ser “composición”…pero, si al prefigurarles se es consciente de su lugar y contexto, de su sentido cultural y social, de su costo y necesaria resistencia, firmeza y factibilidad técnica…Ella requiere de mucha racionalidad y algo de funcionalidad.
La idea de funcionalidad, fue sin duda de gran ayuda para el derribo del “edificio” clásico heredado que repetía formas por costumbre, entendiendo por mímesis una copia sólo de formas y órdenes o estilos.
Pero bien, no quisiera retomar el tema de la “autonomía” en arquitectura o espacio público, en relación con el papel de la función en la forma.
Un orden orgánico en arquitectura es una opción a una arquitectura “diseñada” según ideas de composición de partes, tradicional o vanguardista, que aspira a un orden abstracto traído de la nada y ajustado en el mismo proceso de trabajo.
Pero, hablar de orden orgánico en arquitectura es en sí una metáfora.” Lo orgánico se refiere al carácter de un órgano,  con partes desiguales pero combinadas, montadas o armadas de tal modo que puedan desempeñar las funciones para las cuales ha sido designado”… (Aristóteles).
La arquitectura como producto de la creatividad humana y del pensamiento es un artificio y tiene más allá de las funciones obvias, una función social y sicológica. Las presentes dudas no tienen sentido entonces, si vemos arquitectura y ciudad, como artefactos propios del mundo de productos de la actividad de los organismos (Según, Karl Popper).
Como producto cultural, arquitectura y ciudad tienen “leyes” propias fijadas por la sociedad y sus cultores y son el resultado de acciones e intenciones de sus autores. Sobre tal producto podemos tener conocimiento objetivo. Así que seguir un orden orgánico o concebir la función en arquitectura según los organismos vivos, la máquina o la moral humana, son sólo metáforas, analogías…Hablar de un orden orgánico en arquitectura y ciudad es una doble metáfora, ya que implica la idea de arquitectura como artificio con reglas coherentes y, que tal orden corresponde al de los seres biológicos…
El lenguaje figurado como sabemos sugiere similitud, pero es muy impreciso…

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