PLANO DE BASE II.-

El plano de base, lugar del emplazamiento o terreno de la arquitectura y ciudad, ha devenido en los últimos años una opción importante, que aumenta progresivamente en interés.

Desde los “pilotis” Que liberan y los “podios” que elevan los edificios del suelo, generando un nivel 0 artificial, se vienen dando cada vez más nuevas opciones y re-interpretaciones.

Una , que no es nueva pero es muy potente es la que propuso Oscar Niemeyer, para la sede del partido comunista francés en París, creando un ámbito en el subsuelo, un espacio de calidades plásticas a partir de la obligada iluminación cenital por una gran cúpula que se abre a la luz natural. Esto es arquitectura excavada,  el negativo de la hecha de modo tectónico. Se da por sustracción de material (Me hizo recordar las iglesias de Etiopía, literalmente esculpidas en la roca hacia el subsuelo).

Sede Partido Comunista francés.Interior de Auditorio.

Muchos arquitectos después han empleado el recurso de “enterrar” su obra. Algunos lo hacen pensando en proteger un paisaje, ocultando la arquitectura, como hizo Dominique Perrault en la casa villa One, en  Côtes d´armor en 1992, desapareciendo la casa.

Villa One.

En su proyecto de velódromo y piscina cubiertos en Berlín de 1988, modificó el terreno creando terraplenes y taludes, elevándole y minimizando el impacto de sus volúmenes muy grandes, en el sitio. Volúmenes que además se niegan al exterior y se vinculan más hacia el cielo y a los taludes por grietas. Parece el conjunto, un gran zócalo, como el de civilizaciones antiguas.

Velódromo y piscina cubiertos.

Enterrar o soterrar la arquitectura se hace hoy por muchos motivos: Algunos lo hacen por “moda”, siguiendo la corriente, otros pensando que así se hace arquitectura más amigable con el paisaje, otros más, como ejercicios de iluminación, trabajo con la luz, y ventilación rigurosos y/o por buscar la "desaparición" de la arquitectura, por su ocultamiento, como opción estética-ambiental.

Si esto se hiciese a gran escala, es probable que infringiéramos mucho más daño al paisaje y al planeta que con arquitecturas convencionales o sobre “pilotis”, lo cual deja esas opciones sólo para casos especiales y muy contados.

Algunos interpretaron la propuesta de Le Corbusier sobre los “pilotis” como un intento de liberar la arquitectura del suelo, pero en efecto era al contrario, él quería liberar era el suelo, dejarlo casi intocado… lo cual de pronto anticipaba ciudades “verde” o con verde, por abstractas que ellas fueran, sin tener que huir al suburbio. Esto además crea espacios de transición muy interesantes entre suelo y arquitecturas.

Como la arquitectura convencionalmente se juzga por su aspecto externo, por su apariencia, por aquello que sobresale del suelo… (Aunque hay muchos edificios que debían ser enterrados por su dudoso valor)… al enterrarlos se cambia drásticamente su manera de juzgarla.

También se puede elevar el terreno en lugar del edificio, colocarle por encima del nivel 0. Esto es, crear una topografía artificial elevada que aminore la escala de los edificios y/o hacerles casi ocultos, casi invisibles. Esto parece ser un lujo que la arquitectura emplea como recurso en relación al terreno, logrando a veces buen resultado. Existen sin embargo otros recursos, de pronto más poéticos, como son el de los reflejos y transparencias como aquel utilizado por Kasuyo Sejima y Ryue Nishizawa, en su proyecto para la sede del museo del Louvre en Lens en el año 2005.

Sede del Louvre en Lens.

Ø   

Este edificio de gran longitud, impacta poco el sitio por “desaparecer” por camuflaje, ya que  sus fachadas en aluminio y vidrios de seguridad le hacen difícil de percibir y tiene la rara cualidad de mezclar precisión y vaguedad…Precisión matemática en uso y detalles de su materialidad, vaguedad por los reflejos difusos y poéticos de su entorno, yal interior crea un escenario atractivo para las obras y hace participar de la exposición a los espectadores reflejados en sus cerramientos.