domingo, 4 de octubre de 2020

ARQUITECTURA Y ARTE:

Ronchamp.

Arquitectura y arte: El arte como paradigma de la Arquitectura.

¿Por qué ha buscado la Arquitectura en las obras de arte y sus elementos irracionales, su legitimación?
Tal vez por su pérdida de convicción y de coherencia, pero además por ver al arte como un antídoto contra el consumismo, pérdida de calidad del entorno, y como una contra para la excesiva mecanización…Se pensaba que conservando lo artesanal, la manualidad en arquitectura, incluso en su dibujo se lograba superar la excesiva racionalización heredada del período de entreguerras en Europa.

Si atendemos a Gombrich, en realidad no se trata del arte, sino de los artistas, cuyas visiones subjetivas en relación con un contexto dado, estarían en el meollo de cualquier interpretación de la historia del arte. (¿Y, de la Arquitectura?)

Por los años sesenta del siglo XX, sobre todo en Italia, se gesta una “salida” artística incluso para el diseño industrial, entonces en manos del enfoque racional empleado en la última bauhaus y en la escuela de Ulm. Se llegó incluso a la paradoja de realizar diseños irrepetibles para  legitimar un “status” de diseñador, oponiéndolo a la reproducción industrial y quedando casi siempre tales “diseños” limitados a un esteticismo al margen del sistema de mercado.

Los cruces o injertos Arquitectura/ arte han funcionado desde el Renacimiento (Miguel ángel) y se retoman cíclicamente durante todo el siglo XX.

Esto se corrobora analizando la obra de grupos como Site y  la de arquitectos del Star system, como Frank Gehry.

“Lo artístico”, además, ya personificado por el artista, sin etiqueta alguna, se tornó totalmente sujetivo e individual. La Arquitectura, ante la confusión y proliferación de enfoques, a partir de la primera década del siglo XX, pensó encontrar claridad y legitimación imitando al arte y/o a los artistas, lo cual no se logró, pero si convirtió a la arquitectura en algo artificioso y manierista.
Pareciera que quienes hacen arquitectura de este modo pretendieran que su obra se valide por su calidad artística y no por su pertinencia ni su solidez.

La  Arquitectura bajo este enfoque de basarse sólo en criterios artísticos y de olvidar los propios, corre el peligro de volverse frívola (¿O, ya se volvió?), de limitar su mensaje a una élite de “conocedores”y de volverse un tinglado o decorado para el divertimento de pocos.
¿Arquitectura débil?...

Esto me hizo recordar la época de las “vanguardias” artísticas, en la cual se pretendió aplicar a la arquitectura los resultados de experiencias de la pintura, escultura y de otras manifestaciones artísticas.

Nadie se opone a “inspiraciones” y/o contaminaciones, que se han dado a lo largo del siglo pasado y del actual, pero que se exageraron y distorsionaron en manos de “artistas” como Gehry o Eisenman.-
Las esculturas arquitectónicas que vemos desde 1997, (Desde el museo Guggenheim de Bilbao), se volvieron el modelo.
Esta nueva arquitectura icónica, se hace por exhibicionismo y sin colaborar con la urbanística. Se trata de obras arrogantes que ignoran el contexto: Son caprichosas.

Es arquitectura espectáculo y como tal ignora toda convención: En ella todo vale…

Los “artistas arquitectos” que diseñan esto, son los más celebrados hoy. Las “curiosidades” que ellos diseñan, paradójicamente, por su extrema irracionalidad, han perdido todo efecto positivo y sólo agreden el lugar en que se erigen.
La vanidad y afán por lo notorio, que simuló en arquitectura los métodos artísticos, lo único que ha logrado son gestos vacíos y grandilocuentes.

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