Vías de Suburbios. |
CASA: ¿Especie o, Tipo a Proteger?-
En la ciudad de Medellín y, en su área metropolitana, (Bello,
Envigado, Itagûi, Sabaneta) la casa es una especie que peligra; más si se trata
de unifamiliares aislados, que desde hace ya un buen tiempo no se hacen y desaparecen
los que todavía quedaban.
En Medellín se omitieron las casas apareadas, que permiten
asociación, densidades medias y buenos vecindarios, con economía y las ventajas
de la casa aislada. En la
Medellín de hoy, aún las casas entre medianeros escasean.
Esta situación propició un “éxodo” de la casa como tipo o especie, con todas
sus variantes hacia otras latitudes, buscando tierra más accesible para
construir, no importando, si esa tierra está muy apartada del área
metropolitana.
El “éxodo” se viene dando hacia Copacabana, Giradota,
Barbosa, hacia Caldas, Amagá…Hacia Río negro, Guarne, Marinilla, La Ceja , El retiro, y hacia San
Jerónimo, o Santa Fe de Antioquia.
Ya casi no queda latitud en la geografía antioqueña, próxima
a Medellín (O, aún lejana), que no se esté “urbanizando” con casas para
habitantes del valle del Aburrá y sus alrededores.
El primer acto que abrió este escenario y desató este
proceso, fue la normativa que volvió “disponible” el sector del Poblado, para construir grandes
unidades cerradas y torres de vivienda para el negocio inmobiliario. Luego se
tomaron toda clase de decisiones que favorecían la densificación, sin límites
que eviten los excesos de “rentabilidad” (Léase ganancia exagerada), para unos
pocos, a costa de incomodidades y baja calidad de vida para muchos.
Sectores como los que contiene las veredas de San Cristóbal
(Corazón y otras), ahora bien cultivados y productivos, bien podrían
desarrollarse como viviendas-granjas y/o tipos de vivienda unifamiliar haciendo
posible que viviendo en Medellín se tuviese “casita propia” para muchos. Podría
allí abrirse oferta para estratos mayores al tres también.
¿Son en realidad, “no sustentables” las aglomeraciones de
baja densidad conformadas por casas de uno o dos pisos aisladas o apareadas?
Lo primero es que con ellas bien concebidas se logran
densidades medias y hasta altas y, que la actual ciudad compacta y de alta
densidad no es más sustentable, que estos desarrollos.
Pienso que debemos re-pensar la casa y no “protegerla como especie
o tipo en vías de extinción de la ciudad central de la conurbación. Pensar la
casa es pensar la ciudad: Verdad de siempre desde Alberti.
La casa hoy deriva de una cultura de habitar heredada y es a
su vez una anticipación de la casa futura… (Los hábitos cotidianos resisten
mucho al devenir…).
A pesar de la revolución residencial que implicó la
modernidad, con tipos y modelos aún vigentes, ahora se da otra revolución
silenciosa… que incorpora modos de vida, tecnología y materiales, haciendo de
la casa un laboratorio o un campo de pruebas, como siempre ha sido, pero hoy
por fuera de la “ciudad”, o mejor en esa otra ciudad que gana fuerza en los
territorios alrededor de las grandes ciudades, en todo el planeta y claro,
también alrededor de Medellín.
La casa continuará construyéndose aún a expensas de la
ciudad y por causa de ella, que la ha desterrado hacia todas las periferias.
La casa sigue siendo el tipo de la investigación-innovación,
sigue siendo el espacio para el experimento y la libertad. En este punto, me
pregunto, ¿es la ciudad la especie a proteger?
No hay comentarios:
Publicar un comentario