domingo, 4 de octubre de 2020

Tradición y Talento.

La Tradición y el talento individual.

Archivo Nacional. R. Salmona.

“Las tradiciones no se heredan…para lograrlas hay que trabajar con ahínco…”

Estoy parafraseando a T. S. Eliot, poeta modernista quien creía en valores absolutos y apoyó la importancia  de la continuidad cultural para proponer lo nuevo. También defendió la participación en la historia desde cada disciplina, sin lo cual, se producirían obras  sin ningún significado para nuestra época.

Tradición e historia cobran valor ahora en una época diversa, multicultural, pero la tradición es algo que requiere en verdad mucho trabajo y claridad: Se requiere sentido histórico y a la vez conciencia del pasado y su presencia, de la temporalidad, lo cual nos convierte en conocedores  de la época y el lugar donde trabajamos.

Trabajar conscientes  de pertenecer a una cultura y de hacer parte de la historia nos libra del ejercicio profesional entendido sólo como negocio, siguiendo el modelo de empresas comunes  y/o de un ejercicio como el de las “súper –estrellas” globales, que proyectan casi ciencia –ficción, con lo hypermega y lo estrambótico como norte, sin raíces ni vínculos con cultura e historia.

La mayoría de las veces tales proyectos no consultan sino la chequera y el ego de autores y clientes.

Una obra consciente de historia y cultura fue sin duda la de Adolf Loos, quien sin embargo revolucionó la Viena de principios del s. XX, con su arquitectura. Él trabajó interiores ricos y mutismo en su exterioridad y fachadas. Revolucionó también la arquitectura de su época y su trabajo supuso superar la idea positivista de Zeitgeist.

 Esta actitud es de pronto lo que diferencia la obra de arquitectos como Giancarlo Mazzanti de la de arquitectos como Rogelio Salmona. Es lo cultural y los conceptos aquello que confiere valor a la arquitectura de forma permanente. De pronto a Mazzanti le falte madurez.

¿Acaso la arquitectura hoy no es la moderna, pero validada con un discurso teórico distinto y un enraizamiento cultural?

En la obra madura de Salmona se logra a veces edificios casi perfectos y se hace patente la maestría de construir sin virtuosismos falsos. Acá no se trata de un “artista-genial” y su obra de arte, sino de una manera muy profunda y sintética de operar, que casi siempre se logra en la madurez del arquitecto, cuando materia y forma trabajan aliadas en la definición espacial, en su carácter. Se trata acá de una base material de la forma, de una condición física que intensifica el carácter espacial y logra emocionarnos. Esto no es una postura ni un tic…


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