Acceso desde Segismund strasse. |
En realidad visité
este edificio en dos ocasiones, en el verano de 1998 y luego en el del 2005 y
tengo su memoria mezclada, pero reconozco que en ambas, me absorbió el edificio
y las obras de arte pasaron a un segundo plano, a pesar de mi interés y de su
importancia.
El sector del
Kemper platz y del Kultur forum, es cercano al Landwehrkanal del río Spree y
cercano a Postdamer platz. La zona de la antigua Postdamer platz, fue de las
más destruidas por las bombas de la 2ª guerra, borrando casi todo vestigio de
la Berlín de los años cuarenta.
El sitio de la Nationalgalerie, queda a unos
cientos de metros de Am Karlsbad 24, dirección del sitio de última residencia
de Mies en Berlín, sector derruido para el gran eje norte –sur de Albert
Speer, nunca llevado a cabo. Cerca están la Filarmónica y la Biblioteca Estatal
de Hans Scharoun, el Instituto ibero-americano, la iglesia de San Mateo…Un poco
más al occidente siguiendo el río, está el archivo de la bauhaus.
Este conjunto de
equipamientos culturales, se hizo cuando la ciudad estaba dividida y la mayoría
de edificios para la cultura quedaban en el sector oriental, entonces aislado,
lo cual obligó a la construcción en el sector occidental del Kulturforum en los
años sesentas y como parte de él, la Neue Nationalgalerie, nueva, porque la
altes o antigua, estaba en la isla de los museos. Debía alojar arte del siglo
XX.
En Postdamer
strasse 50 queda el edificio, última obra de Mies Van der Rohe. De lo lejos
viniendo por el río, se percibe como volumen delineado por materia oscura e
iluminado por la luz solar, de cerca se nos presenta como una especie de templo
griego sobre un podio o estilóbato de granito gris, elevado más de medio piso en algunas partes.
Sobresale su
estructura de acero negro, sosteniendo una cubierta cuadrada de 64.8 x 64.8
metros a 8.4 metros de alto, que cubre un paralelepípedo de vidrio de 50.5
metros de lado. Sus ocho columnas
cruciformes tienen una luz central de
28.8 metros y dos voladizos de 18 metros a lado y lado. Hay dos columnas en
cada fachada.
Accedí por la
Sigmund strasse, subiendo la escalinata ancha hasta la planicie superior y busqué el acceso al gran espacio para
exposiciones itinerantes, frente a la
Postdamer strasse, girando a la derecha.
Impacta al verlo: Templo de luz y vidrio le han llamado.
Impactan también su estética y sobriedad su estricta simetría, la calidad de
sus detalles precisos, sus voladizos en las esquinas, su modulación precisa y
rigurosa de 3.6 metros, (Módulos de .90 cms.), así como su presencia en el
sitio, sus columnas depuradas, bien proporcionadas.
La disciplina de
Mies, su método, rigor mental, lógica y sin duda su tono poético, producirían
algunos de los espacios más impactantes y místicos del siglo XX, diáfanos,
cuadrados, simétricos, unitarios. El de exposiciones itinerantes está rodeado
por otro espacio de transición insinuado por la cubierta, con un ancho de 7.2
metros, como el de los templos griegos, delimitando un área total de unos 4.200
metros cuadrados. En esta Galerie,
impactan además de su tamaño, sus finos acabados: Mármol verde de tinos,
paneles de roble marrón, para paredes de ductos y núcleos de escaleras, pisos
en granito, acero negro muy pulido y grandes vidrieras de seguridad.
Al ingresar, el
interior es imponente y empieza a percibirse también la retícula del artesonado
de 3.6 x 3.6 metros, profunda, formando
casetones que me recordaron a Roma.
Es también
imponente la luz natural que mezclada con la artificial crea una atmósfera que
transforma las obras expuestas, a pesar de lo incómodo del espacio, por su
rigidez.
En mi visita
recuerdo, que me tocó algo de Mondrian y, esculturas grandes, pero que se
confundían en su escala por el gran tamaño del espacio, algo así como 2.500 m2
sin división alguna; silencioso, pero difícil para concentrarse en las obras
expuestas. Algo referencian la escala del espacio las paredes de mármol de
tinos a lado y lado. En este espacio se han expuesto muchas obras y se han
hecho variados eventos, recuerdo ahora el lanzamiento del Volkswagen Gol.
Bajé luego por el
núcleo de escaleras a la derecha del acceso, para recorrer las salas en el
nivel bajo, iluminadas casi del todo artificialmente y recuerdo las grandes
esculturas surrealistas de Max Ernst, pintura moderna de la Bauhaus, Klee,
Beckmann, Picasso.
Luego recorrí el
jardín de esculturas Hacia occidente, con casi 2.000 metros cuadrados, con
obras de Newmann, Calder y más recientes de Fontana. Este nivel puede tener
unos 9.000 metros cuadrados de construcción bajo el podio. Ascendí de nuevo
utilizando el otro núcleo de escaleras y recorrí de nuevo el gran espacio
unitario y salí al podio para ver en detalle la escultura de Calder (têtes et queue) en esquina sur
occidental el podio, de 1965 y la de Barnett Newmann hacia el acceso por
Postdamer strasse, (Broke obelisk) de 1963.
Me gustaría volver en otro
verano berlinés a este templo del arte.
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