domingo, 4 de octubre de 2020

Mi visita a la Neue Nationalgalerie. Berlín.










Acceso desde Segismund strasse.


En realidad visité este edificio en dos ocasiones, en el verano de 1998 y luego en el del 2005 y tengo su memoria mezclada, pero reconozco que en ambas, me absorbió el edificio y las obras de arte pasaron a un segundo plano, a pesar de mi interés y de su importancia.
El sector del Kemper platz y del Kultur forum, es cercano al Landwehrkanal del río Spree y cercano a Postdamer platz. La zona de la antigua Postdamer platz, fue de las más destruidas por las bombas de la 2ª guerra, borrando casi todo vestigio de la Berlín de los años cuarenta.
 El sitio de la Nationalgalerie, queda a unos cientos de metros de Am Karlsbad 24, dirección del sitio de última  residencia  de Mies en Berlín,  sector  derruido para el gran eje norte –sur de Albert Speer, nunca llevado a cabo. Cerca están la Filarmónica y la Biblioteca Estatal de Hans Scharoun, el Instituto ibero-americano, la iglesia de San Mateo…Un poco más al occidente siguiendo el río, está el archivo de la bauhaus.
Este conjunto de equipamientos culturales, se hizo cuando la ciudad estaba dividida y la mayoría de edificios para la cultura quedaban en el sector oriental, entonces aislado, lo cual obligó a la construcción en el sector occidental del Kulturforum en los años sesentas y como parte de él, la Neue Nationalgalerie, nueva, porque la altes o antigua, estaba en la isla de los museos. Debía alojar arte del siglo XX.
En Postdamer strasse 50 queda el edificio, última obra de Mies Van der Rohe. De lo lejos viniendo por el río, se percibe como volumen delineado por materia oscura e iluminado por la luz solar, de cerca se nos presenta como una especie de templo griego sobre un podio o estilóbato de granito gris, elevado más de  medio piso en algunas partes.
Sobresale su estructura de acero negro, sosteniendo una cubierta cuadrada de 64.8 x 64.8 metros a 8.4 metros de alto, que cubre un paralelepípedo de vidrio de 50.5 metros de lado. Sus ocho  columnas cruciformes tienen una  luz central de 28.8 metros y dos voladizos de 18 metros a lado y lado. Hay dos columnas en cada fachada.
Accedí por la Sigmund strasse, subiendo la escalinata ancha hasta la planicie superior y  busqué el acceso al gran espacio para exposiciones itinerantes,  frente a la Postdamer strasse, girando a la derecha.
Impacta al  verlo: Templo de luz y vidrio le han llamado. Impactan también su estética y sobriedad su estricta simetría, la calidad de sus detalles precisos, sus voladizos en las esquinas, su modulación precisa y rigurosa de 3.6 metros, (Módulos de .90 cms.), así como su presencia en el sitio, sus columnas depuradas, bien proporcionadas.
La disciplina de Mies, su método, rigor mental, lógica y sin duda su tono poético, producirían algunos de los espacios más impactantes y místicos del siglo XX, diáfanos, cuadrados, simétricos, unitarios. El de exposiciones itinerantes está rodeado por otro espacio de transición insinuado por la cubierta, con un ancho de 7.2 metros, como el de los templos griegos, delimitando un área total de unos 4.200 metros cuadrados. En esta Galerie,  impactan además de su tamaño, sus finos acabados: Mármol verde de tinos, paneles de roble marrón, para paredes de ductos y núcleos de escaleras, pisos en granito, acero negro muy pulido y grandes vidrieras de seguridad.
Al ingresar, el interior es imponente y empieza a percibirse también la retícula del artesonado de 3.6 x 3.6 metros, profunda,  formando casetones que me recordaron a Roma.
Es también imponente la luz natural que mezclada con la artificial crea una atmósfera que transforma las obras expuestas, a pesar de lo incómodo del espacio, por su rigidez.
En mi visita recuerdo, que me tocó algo de Mondrian y, esculturas grandes, pero que se confundían en su escala por el gran tamaño del espacio, algo así como 2.500 m2 sin división alguna; silencioso, pero difícil para concentrarse en las obras expuestas. Algo referencian la escala del espacio las paredes de mármol de tinos a lado y lado. En este espacio se han expuesto muchas obras y se han hecho variados eventos, recuerdo ahora el lanzamiento del Volkswagen Gol.
Bajé luego por el núcleo de escaleras a la derecha del acceso, para recorrer las salas en el nivel bajo, iluminadas casi del todo artificialmente y recuerdo las grandes esculturas surrealistas de Max Ernst, pintura moderna de la Bauhaus, Klee, Beckmann, Picasso.
Luego recorrí el jardín de esculturas Hacia occidente, con casi 2.000 metros cuadrados, con obras de Newmann, Calder y más recientes de Fontana. Este nivel puede tener unos 9.000 metros cuadrados de construcción bajo el podio. Ascendí de nuevo utilizando el otro núcleo de escaleras y recorrí de nuevo el gran espacio unitario y salí al podio para ver en detalle la escultura  de Calder (têtes et queue) en esquina sur occidental el podio, de 1965 y la de Barnett Newmann hacia el acceso por Postdamer strasse, (Broke obelisk) de 1963.

Me gustaría volver en otro verano berlinés a este templo del arte.

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