domingo, 4 de octubre de 2020

Antiguo Museo.Berlín.



Vista desde el lustgarten.
Para el verano del 2002, estaba en Berlín, asistiendo al 21 congreso de la U.I.A, sobre arquitectura y sostenibilidad. Realicé  además como parte de mi último año sabático en la Universidad Nacional, unos recorridos de estudio que tenía programados, hacia Dessau para estudiar viviendas prefabricadas de la Bauhaus y otros aspectos de esa escuela y el archivo Bauhaus de Berlín. Visité la Neue National Galerie de Mies y, también recorrí algunas de las obras de Karl Friedrich  Schinkel en Berlín y Potsdam, principalmente el Altes Museum. Un recorrido similar lo había hecho en 1998 y, recuerdo que por reparaciones me tocó esperar varios días para ver el museo.

Él  se abrió en 1830 en la isla de los museos (Museumsinsel), para alojar antigüedades de los fondos estatales. “Federico Guillermo III, fundó este museo para el estudio de todas las formas de la antigüedad y las artes liberales en 1828”, se lee en su frente arquitrabado.

Con este edificio se inician la idea y la tipología de “museo”, fruto de ideas ilustradas y del filósofo I. Kant.

El museo se concibió dentro de la tradición clásica, siguiendo los paradigmas de Grecia y Roma, empleando en su diseño una gran stoa sístila de 18 columnas gigantes jónicas de unos 14 metros de alto y dos pilastras como antas, dando frente al lustgarten, creando un espacio monumental de transición interior exterior que le sirve de antesala desde Unter den Linden  (Bajo los tilos), principal avenida este -oeste del centro tradicional de la ciudad.
 A su interior emplea una rotonda de 20 columnas corintias, para esculturas, como centro, inspirada en el Panteón romano. Schinkel cuidó mucho su proporción y modulación, empleando sillería de piedra y ladrillo en algunas fachadas y una rigurosa tectónica, como la de la antigua Grecia. 
Tiene 87 metros de frente, 57 de ancho y 23 metros de alto. (En área de la rotonda). Se eleva sobre un podio cobijando un sótano y luego  hay dos pisos: El primero de esculturas y el segundo de pinturas. Alojó varios años el busto de Nefertiti, hasta que se adecuó el neue museum. (Entre 2005 y 2009).
Durante la segunda guerra mundial sufrió daños en la rotonda y se dañaron los frescos de Schinkel en la stoa.

Desde el podio se accede a la stoa y luego se pasan cuatro columnas, para tomar las escalas de dos tramos y subiendo otro piso, hasta llegar a un vestíbulo que abre su vista al lustgarten y el Domo de Berlín (Catedral Protestante). Hace unos años se veía desde allí el palacio demolido de la R.D.A (Palast der Republik de los años setenta del s. XX) y antes el Stadtschloss de 1443, de la dinastía Guillermina.

En planta es un rectángulo, con la stoa en su frente, la rotonda al centro y varias salas iluminadas por dos patios, a lado y lado. Tiene rigurosa simetría, así se accede por el intercolumnio décimo (De diecinueve) ascendiendo por la amplia escalinata que lleva al nivel de la stoa, la cual tiene a lado y lado dos pedestales con esculturas en bronce: La del lado derecho es de 1842, y se llama Kâmferde Amazone (Amazona luchadora) de A. Kiss. La del lado izquierdo Lôwen Kâmfer (León luchador), es de1861 de A. Wolff. 
Las salas se disponen a lado y lado también simétricas. Ellas están moduladas por sus columnas así: Las dos  pequeñas de cuatro columnas al centro, las dos intermedias de doce columnas c/u y, la mayor hacia el norte con veinte columnas. La rotonda en primer piso crea un peristilo circular con grandes esculturas entre columnas y un corredor circular en segundo nivel .Este espacio está bien iluminado cenitalmente por el óculo. En el sótano hay oficinas, depósitos y espacios técnicos.

Le coronan sobre el frontis 18 águilas de arenisca y dos mayores en los extremos del frente. Sobre el ático que oculta la cúpula  de la rotonda (Para que no compitiera con el domo de la catedral), se colocaron cuatro estatuas de guerreros a pie y de jinetes, en cada esquina.
Rotonda de esculturas.
El edificio impacta desde Unter den Linden, por su peristilo o stoa y de cerca y en su interior, por su impecable modulación, proporciones, detalles y factura. Es un gran monumento que domina la Museumsinsel y que  tiene cierto aire…con nuestro Capitolio nacional, de Thomas Reed, quien se formó en Berlín e inició su obra en 1846-47.
Plantas: Sótano, primer piso y segundo piso.
Recorriendo sus salas se aprecia una de las mejores colecciones de arte clásico greco-romano, con esculturas, objetos, cerámicas, armas, ánforas, monedas, sarcófagos y un “tesoro” en oro.

La Unesco lo declaró patrimonio de la humanidad en 1999.



Hacer este recorrido, permite entender mejor la espacialidad clásica y la importancia de un gran arquitecto cuya influencia en la modernidad es enorme.



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